Tlahtolin ka amo miktli.

"Tlahtolin ka amo miktli, za kochi. Ueliui ieualiztli, uan in tlaltikpac imachtiaz kakiz..." (La palabra no está muerta, solo duerme. Pronto se levantará, y el mundo se enseñará a escucharla...) Jhavi.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Los héroes también mueren: PRÓLOGO.



Crecí creyendo en la existencia de héroes, estaban en la literatura, en la televisión, en la escuela, en las historietas.
 
Esa creencia me enseñó que cada sociedad, cada individuo; en las etapas más críticas de su paso por la historia han recurrido a la ayuda de seres superiores que representan el más fiel espíritu humano. Dioses, semi dioses, héroes y superhéroes son una muestra del anhelo social  por tener un icono que admirar, un personaje que seguir, alguien que nos enseñe a superar los obstáculos del mismo hombre. Con esa convicción logré salir adelante en las distintas empresas que enfrenté en mi crecimiento.
Perdí el miedo a los monstruos después de que mi padre me llevara al cine y viera en la pantalla a un héroe enmascarado luchando mano a mano, a veces, contra momias,  otras contra mujeres vampiro, hombres lobo, seres del espacio, en fin; y al finalizar cada una de las partes en las que nuestro titán salía victorioso, se escuchaba a la multitud  gritar dentro del cine ¡SANTO! ¡SANTO! ¡SANTO!. Al otro día, lo veíamos luchar por televisión y una vez más salir victorioso como si nada. No había problema, el Santo estaba ahí para salvarnos, aunque no duró mucho,después, apareció en televisión descubriendo su rostro y luego murió
 Cuando aprendí a leer, esa actividad me acercó a las historietas, admirando las tareas de los superhéroes fui reconociendo el carácter necesario para ser un héroe en mi mundo y aunque reconozco que Super Man nunca ha sido mi favorito, es el icono de los valores y la ética de un héroe. Sé que Super Man es un producto del capitalismo y que por lo tanto en su fondo transmite sus ideales, sin embargo, en una época en la que la sociedad estadounidense se encontraba en crisis económica y guerra, fueron esos ideales los que levantaron a esa sociedad inmersa en la depresión y que más tarde serían imitados por  otras sociedades modernas.  Fue el mismo capitalismo el encargado de darle muerte a un héroe que creíamos nunca moriría, el único capaz de salvar la tierra de cualquier amenaza y es en 1992 el año en que DC Comics, que se salvó de la quiebra con el nacimiento del super héroe repitió la hazaña décadas después pero con su muerte.
En la escuela, esa confianza era reforzada con la enseñanza de los ideales y cualidades que un verdadero héroe debía tener y así, mientras distinguiamos entre el bien y el mal, también aprendíamos a seguir las grandes hazañas que habían cambiado al mundo y cómo debíamos imitar esas acciones, aprendíamos a ser héroes. Estamos, en México, celebrando el bicentenario de nuestra independencia y el centenario de la revolución y recordamos a aquellos héroes que nos “dieron patria”. Cuántas personas hemos tenido la vivencia de representar, o tener un amigo que representara, en la escuela, a esos Héroes de la Patria, e improvisar una calva hecha con algodón como la de Miguel Hidalgo, pintarse unas patillas como las de Allende o unos bigotes como los de Zapata, niñas preocupadas por hacerse un “chongo como el de Doña Josefa” o las trenzas de adelita para el desfile. Hoy dentro de estos festejos, la historia nos revela los secretos más oscuros de nuestros héroes; criollos ambiciosos y traicioneros, curas borrachos y mujeriegos, indios arrastrados a defender una causa que no conocen, héroes de la revolución que ahora sirven de bandera para las más corruptas instituciones, el “pípila” ya no existe y yo todos los días miro hacia arriba y veo el cerro donde se encuentra su monumento y recuerdo la frase inscrita a sus pies “porque todavía hay muchas alhóndigas que incendiar”.
La historia ha demostrado que cada sociedad, en el momento en que pierde la fe, cuando pierde a sus dioses o a sus héroes, también se pierde a sí misma. Nietzsche mató a Dios, y propuso la idea de un superhombre. Hoy en el siglo XXI el hombre moderno no sólo ha matado la idea de Dios sino qué también se ha encargado de demostrar que LOS HÉROES TAMBIÉN MUEREN.

                                                                                                            CONTINUARÁ...

2 comentarios:

  1. Muy buena reflexion, esperamos la continuacion...
    para cuando?

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  2. Javier: Sabes que admiro tu forma de escribir, gracias a Dios nos hiciste recordar varios hechos, los hechos y la historia los haces los ganadores, pero no hay mucha información sobre que pensaba la corona española de la nueva España, cuando fui al cine a ver la película de Hidalgo que no recuerdo todo el titulo fui para ver como era el entorno y me ayudo a reflexionar del saber porque de algunas cosas... no de tengas esa mano que esta ansiosa de escribir.. saludos

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